jueves, 18 de febrero de 2016

En El Paují cerraron la vía por falta de combustible

La tranca se mantuvo durante casi una semana, especialmente se impidió el paso de camiones cargados de combustible trasladado sin las respectivas guías. Fotografía: Cortesía de Valdirene Santos.

Por Morelia Morillo
A partir del lunes 15, un grupo de habitantes de El Paují obstaculizó el paso por la carretera que lleva desde Santa Elena de Uairén a Ikabarú en protesta por las fallas en el suministro de combustible. La tranca se mantuvo durante casi una semana, si bien poco a poco se limitó al tránsito de los camiones que trasladaban combustible sin contar con las guías respectivas.

Inicialmente, los promotores de la obstrucción comenzaron por dejar pasar a los colectivos que llegaban con pacientes procedentes de las zonas mineras aledañas rumbo a los centros de salud de Santa Elena de Uairén y luego se permitió el paso de los vecinos.

Finalmente, la protesta se levantó hacia el fin de semana cuando se confirmó que las guías de combustible de El Paují estaban ya por salir.

Esta manifestación permitió detectar que en esa vía existe un importante tráfico de combustible que circula sin permisos. Una fuente, quien nos solicitó resguardar su nombre, dijo que la gasolina y el gasoil son acopiados en las comunidades de Maurak y Santo Domingo, cercanas a Santa Elena y desde ahí trasladado hacia la Parroquia Ikabarú.

Santa Elena es la capital del municipio Gran Sabana, en el extremo sureste venezolano e Ikabarú, ubicada a 114 kilómetros, es la segunda parroquia de la municipalidad, una zona en donde alrededor del 90% de la población se dedica a la minería de oro y diamante y al comercio vinculado a la mina.

La comunidad mixta de El Paují se encuentra a 80 kilómetros de Santa Elena y a 24 de Ikabarú. Se trata de un asentamiento en donde conviven alrededor de 500 personas entre indígenas pemón y no indígenas, mineros, pequeños empresarios del turismo, agricultores, apicultores y comerciantes.

Los manifestantes, quienes se apostaron sobre el puente que cruza el río Paují, trancando con una cadena, exigen la inmediata emisión de las guías, que son responsabilidad del personal del Ejército asignado al 5102 Escamoto; este documento a su vez le permite retirar sus cupos de carburantes en la Estación de Servicio Kukenán.

La tranca de El Paují coincidió con las labores de contraloría social en las estaciones de servicio Kukenán y Mapaurí por parte del Movimiento Indígena Pemón Makuna Ima. Ángel Páez, uno de sus líderes, expresó a través de la red social Face Book que el objetivo es eliminar las colas que se forman diariamente en los alrededores de estos establecimientos.


Servicios, minería y combustible

Las fallas en la entrega del combustible por parte de la Estación de Servicio Kukenán, que actualmente administra la Misión Ribas, se agravaron desde enero pasado. Durante los meses de enero y febrero, los vecinos de El Paují y otras comunidades no han podido retirar las cuotas que se les asignan.

Esas cantidades permiten el funcionamiento de las plantas eléctricas comunitarias o personales, bombas de agua, guadañas, moto sierras, vehículos, motos y equipos electrodomésticos familiares.

La fuente indicó que se cree que el propósito de esta estrategia es controlar la minería ilegal pero que, a su vez, se perjudica a toda la colectividad ya que, de momento, deben prescindir de importantes servicios. Recientemente, en El Paují se suspendieron las clases tanto en la escuela como el liceo pues en el pueblo no hay ni agua y electricidad.

Dijo además que mientras que se restringe al máximo el combustible, que es destinado a algunas comunidades, se movilizan camiones cargados de gasolina y gasoil hacia zonas eminentemente mineras como Ikabarú.

A partir del año 2010, desde que las dos estaciones de servicio de combustible de Santa Elena fueron entregados al Frente Francisco de Miranda, luego sustituido por la Misión Ribas, se aplicó la estrategia de disminuir el excedente de combustible con el objetivo de controlar la minería ilegal en la zona. Sin embargo, la actividad minera ha aumentado debido al contrabando de gasolina y gasoil.

La minería está prohibida en la llamada Cuenca Alta del Río Caroní principalmente porque los ríos de esta zona son los que aportan mayor caudal a los complejos hidroeléctricos de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) ubicados en Ciudad Guayana y desde donde se envía electricidad para 70% del país.





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