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La Fundación Mujeres del Agua

Es un grupo de mujeres acomunadas por el mismo interés y las mismas inquietudes, mujeres rurales, indígenas y no indígenas que se juntan para promover su participación en pro de la defensa de los derechos socio-ambientales.  


La contaminación de una mineria salvaje e incontrolada destroza las tierras de esta antigua región desde hace muchos años, modificando la economía y las tradiciones de unos pueblos indígenas ricos de historia.  La zona de actuación  pertenece al  Municipio Gran Sabana, un territorio que se encuentra en la frontera de Venezuela y Brasil, al borde de la Amazonia y cuenca del Alto río Caroní. Su posición geográfica la identifica como fuente indispensable de agua para todo el Estado Bolívar y para el embalse Guri que proporciona el 70% de la electricidad de Venezuela. 



A través de su trabajo la fundación Mujeres del Agua quiere concientizar a las demás mujeres, ofrecerles una formación para que puedan jugar el papel de lideresas en sus comunidades y volverse puntos de referencia para más mujeres. El efecto multiplicador es necesario en estas zonas tan alejadas y difíciles de alcanzar. La prioridad es trabajar con grupos pequeños de mujeres indígenas en diferentes comunidades, fortalecer su rol y su autoestima ofreciéndole  formación en diferentes sectores. 


Numerosas leyes defienden el territorio, parte de la zona está considerada ABRAE área bajo régimen de administración especial de acuerdo con lo establecido por la Ley Orgánica para la Ordenación del territorio aprobada en el 1983. El marco legal establece los objetivos para la protección, conservación y aprovechamiento sustentable del territorio asociado al manejo de los recursos naturales disponibles.  

La situación actual enfrenta una descomposición de la estructura social indígena en las comunidades afectadas por la minería con reemplazo de valores morales y éticos diferentes de
los antiguos. Tradiciones como el trabajo en mayú (trabajo colectivo donde los habitantes se

movilizan para ayudar a una familia de la misma comunidad), valores como la solidaridad y el amor por la tierra están desapareciendo, relevados por la ambición feroz y la fiebre del oro.


A causa de la contaminación y del utilizo incontrolado del mercurio se evidencia una propagación de diferentes enfermedades como malaria, asmas, bronquitis y alergias cutáneas y la falta de información y educaciónen escuelas y familias impiden la cura y el entendimiento del problema.  









Otro objetivo fundamental para la presente fundación es el mantenimiento de las aguas que rodean estos territorios. Seguir sembrando árboles que salvaguarden las nacientes vigorosas y seguir cuidando los caudales de los ríos limitarán los daños de la minería y las familias podrán seguir gozando de uno de los bienes más precioso del mundo: el agua limpia. 



Solamente las mujeres indígenas, con sus fuerzas y unión pueden mejorar las condiciones de vida de sus futuros hijo e hijas, defendiendo sus tierras y aguas y denunciando los abusos que reciben diariamente. En todo esto la fundación quiere ser un apoyo y una herramienta para estas luchas, residiendo ella misma en el territorio en cuestión y conociendo la realidad en la que sus mujeres viven.



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