lunes, 23 de noviembre de 2015



Escrito por : Manuela Gallini



EL CONUCO: una forma de vida que está desapareciendo

 

El conuco, no representa solo el cultivo si no una verdadera forma de vivir. En un principio la población indígena pemón basaba su economía y sustentamiento en el cultivo, la caza y la pesca. Alrededor de esta zona de tierra se desarrollaba el entero día del núcleo familiar.
El conuco sigue representando una zona de selva que viene quemada, para disminuir el acidez de la tierra y después sembrada a yuca, ocumo, batata, plátanos, cambures y poco más. Simplemente con las diferentes tipologías de yuca sembrada se produce el casabe, la fariña, almidón y las bebidas como el cachiri y el paracari (bebidas alcohólicas producidas con el fermento de hoja de yuca). Alrededor de los cultivos se encuentra la casabera, zona donde las mujeres cocinan y preparan los productos. Una churuata con hamacas tendidas y un fuego representaban las casas de los indígenas pemones, aquí los hijos aprendían desde un principio el arte de la vida.
Una de las comunidades más campesinas se sitúa a unos 80 Kilometros de la capital del municipio; estoy hablando de la comunidad de Waiparu. Una comunidad desarrollada entre ríos y selva, un hermoso connubio de las riquezas naturales. Para quien como yo, no tenía cultivo, esta comunidad representaba un supermercado al aire libre, recoger frutas desde el árbol con la conciencia de estar agarrando algo natural, sin pesticidas, sin venenos era una verdadera riqueza. Observar el arte del cocinar el casabe, producir el Kumachi (picante sacado del jugo de la yuca amarga) era poder conocer algo más de esta cultura tan rica y sabia. Desafortunadamente en pocos años, todo esto está desapareciendo muy rápidamente. Los viejos de las familias ya no tienen fuerzas para seguir produciendo y cultivando mientras los hijos, atrapados por el dinero y el oro, no aprenden las técnicas, ni los secretos de los ancestros. Esta riqueza se está perdiendo cada vez más a causa de una economía global que cada vez nos está invadiendo.
No se puede volver atrás, ni tampoco borrar los errores hechos pero hay que mantener viva esta sabiduría para que la multiculturalidad siga enriqueciendo nuestro mundo, demasiado homogeneizado por falsos valores. Me pregunto entonces como se puede trasmitir a los más jóvenes el amor y el interés hacia algo sagrado? Como se puede mantener el paso con la tecnología y la contemporaneidad manteniendo firmes y presentes los conocimientos ancestrales?
 

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