El conocimiento nos mantiene en vida
Por Manuela Gallini
Han pasado cuatro meses y en el
Municipio Gran Sabana no llueve. Un territorio caracterizado por el clima
tropical, donde anteriormente las lluvias no paraban en semanas, donde el verde
de los arboles era intenso y vigoroso y los ríos crecían tanto de bloquear
carreteras e inundar casas hoy en día se caracteriza por su sequía: ni una gota
de agua cae del cielo desde hace ya muchos meses.
El cambio climático nos está
afectando. En el entero hemisferio se viven las consecuencias de la
radicalización de las temperaturas y de los fenómenos atmosféricos.
…Y nosotros en nuestro pequeño entorno
que hacemos para mejorar esto?
Cada día me levanto y en la
mañana me acompaña el fuerte olor a humo, la selva que nos rodea se está
quemando cada vez más y con ella nuestro ecosistema empeora y aumenta el calor.
En las minas no se para de trabajar y los arenales sustituyen poco a poco la
vegetación, mientras los ríos se van secando. Más oro y menos agua.
Hace unos días un incendio,
provocado por razones “culturales” (los indígenas queman para abrir camino),
destrozó hectáreas de bosque y de vegetación. Casi tres días de fuego que
arrastró no solo animales y plantas si no arriesgó la vida y las casas de
varias personas. Me pregunto entonces qué cultura es esta? Los ancestros indígenas
cuando quemaban lo hacían con su sabiduría, conocían el momento y el lugar
donde quemar, conocían el movimiento del viento y donde direccionar las llamas para que la quema no afectara demasiado la
selva ni tampoco arriesgara las vidas de los familiares. Para que esa quema más
bien fuera tierra para la siembra o señal para la lluvia.
A menudo el escudo cultural
aparece para defender prácticas poco seguras y discutibles según el sentido
común. Creo definitivamente que la cultura tiene que ser acompañada por la
sabiduría, por el conocimiento y la memoria histórica. Nunca me permitiría de
discutir o poner en duda las prácticas ancestrales pero en la actualidad es
diferente. La situación, el clima, la forma sedentaria de vivir, las maneras de
comer, todo ha cambiado y si los viejos sabios estuviesen en vida sabrían que
aconsejarnos para mejorar la nuestra.
Esta época de sequía espero nos
sirva para comprender la importancia vital del agua y de los bosques que la
mantienen, utilizar los conocimientos antiguos y aplicarlos en la realidad
actual.
En la cultura ancestral pemón el
agua “tüna” es fundamental para los cultivos, para que la siembra pueda producir
sus frutos, para que las semillas tomen vida.
Como me dijo una de las mujeres del
conuco al lado del río Surukun: “Sin agua
que hago? Como hago mi casabe, como puedo vivir?”.
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