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martes, 22 de noviembre de 2016

Caciques pemón definieron normas para la minería en la cuenca del río Caroní

En el encuentro de San Antonio se elaboró además una resolución dirigida al Ejecutivo Nacional, considerando como positiva la reanudación del diálogo "para buscar mecanismos viables y factibles para la búsqueda de soluciones estructurales con respecto a la situación de las comunidades indígenas ubicadas en la cuenca del río Caroní"; se solicita la eliminación del Bloque Especial Ikabarú del plan Arco Minero del Orinoco y la renovación de las vocerías de las comisiones de Demarcación de Hábitat y Tierras Indígenas para "acelerar los procesos de titulación". Foto tomada del perfil FB de Ángel Páez del Consejo de Caciques Generales.

Por Morelia Morillo
Después de tres días de discusiones, a comienzos de este mes de noviembre, los caciques pemón (o capitanes) generales y comunitarios de los sectores ubicados dentro del municipio Gran Sabana del estado Bolívar acordaron un total de 13 normas para la actividad minera en la cuenca del Caroní.
La Asamblea General del Consejo de Caciques Generales y Comunales del pueblo pemón, que se celebró en la comunidad indígena de San Antonio del Morichal, ubicada a 10 kilómetros de Santa Elena de Uairén, la capital de la última jurisdicción venezolana hacia el sureste, contó con alrededor de 560 asistentes por día. El acuerdo final, vale destacar, fue respaldado por 378 personas.
La primera medida fue suspender la minería de aluvión, que se realiza mediante balsas en el cauce de los ríos, en los sectores Urimán, Ikabarú, Wonkén, Santa Elena de Uairén, Kavanayén y Kamarata del municipio Gran Sabana, territorio ancestral del Pueblo Pemón y ubicar áreas de explotación que no afecten la cuenca del río Caroní.
Esos espacios, se explica en el segundo de los acuerdos alcanzados, deberán distanciarse entre 500 a 1000 metros de los afluentes y del propio río Caroní y se permitirá el trabajo minero siempre y cuando sea ejecutado principalmente por indígenas pemón e incluso por mestizos, es decir por hijos de padre o madre pemón, que presenten un proyecto para la recuperación de las áreas afectadas y dediquen al menos tres días por mes a las tareas rehabilitación.
Cada comunidad "deberá implementar el sistema de viveros para la recuperación de las áreas afectadas" y velar por la educación ambiental de los niños y niñas en las escuelas.
Se acordó que se intensificarán las acciones del Cuerpo de Seguridad Territorial para evitar el ingreso de personas foráneas con antecedentes penales, de alcohol en exceso, de drogas y de dinero procedente del narcotráfico para la compra de oro.
También se convino identificar y sancionar a los caciques e indígenas en general que se relacionen con la delincuencia organizada con la finalidad de traficar drogas o armas.
En el sexto de los puntos acordados se indica que sólo se permitirá el ingreso a los residentes no indígenas que "hacen vida" en las poblaciones de Ikabarú, El Polaco y El Paují "quienes por estar ubicados en la zona indígena demarcada y tutelada legalmente podrán convivir bajo los reglamentos establecidos por las comunidades indígenas".
Los capitanes y capitanas también decidieron "Considerar la situación de la pequeña minería en el Parque Nacional (…) para la búsqueda de una solución a esta problemática".
También se decidió considerar la propuesta sobre el apoyo económico para los gastos de oficina, personal y movilización del Consejo de Caciques Generales. Para este fin se definió que los sectores Wonkén y Santa Elena deberán contribuir con 100 gramos de oro y los sectores Ikabarú y Wonkén con 25% del 10% aportado a las comunidades.
Todas las comunidades indígenas mineras deberán fortalecer sus normas internas, de manera que los ingresos comunales beneficien las mejores que redunden en beneficio de todos: escuelas, ambulatorios, vialidad, viviendas y otros.
Como responsables inmediatos, los capitanes comunales se encargarán de supervisar el cumplimiento de cada uno de los acuerdos firmados. Quienes los incumplan serán expulsados de las áreas de trabajo minero.
En el encuentro de San Antonio se elaboró además una resolución dirigida al Ejecutivo Nacional, considerando como positiva la reanudación del diálogo "para buscar mecanismos viables y factibles para la búsqueda de soluciones estructurales con respecto a la situación de las comunidades indígenas ubicadas de la cuenca del río Caroní"; se solicita la eliminación del Bloque Especial Ikabarú del plan Arco Minero del Orinoco y la renovación de las vocerías de las comisiones de Demarcación de Hábitat y Tierras Indígenas para "acelerar los procesos de titulación".


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