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jueves, 7 de abril de 2016

Baja el turismo durante Semana Santa en Gran Sabana

En un recorrido por la zona, pudimos constatar que a los paradores más populares: Kamoirán, Kawí, Kamá, Pacheco, Suruape y Jaspe llegaron visitantes, pero apenas la mitad o menos de los que llegaron durante los días santos de 2015. Fotografía: Morelia Morillo.


Por Morelia Morillo

"Más o menos bien", nos respondió Lisbeth Urbina cuando le preguntamos con respecto a sus ventas durante la Semana Santa 2016.

Ella es una madre trabajadora que desde hace más de una década se dedica a la venta de artesanía y cosmética de origen local en las inmediaciones de Rápidos de Kamoirán, una zona comercial ubicada sobre la Troncal 10 en el Sector Oriental del Parque Nacional Canaima, en la Gran Sabana.

Efectivamente, a pesar de que -por tradición- la Semana Santa es la temporada de mayor afluencia de turistas nacionales, los días de asueto de finales de marzo apenas se diferenciaron de un buen carnaval, una época que en la distante Gran Sabana no suele ser muy buena para quienes se dedican al negocio del turismo.

En un recorrido por la zona, pudimos constatar que a los paradores más populares: Kamoirán, Kawí, Kamá, Pacheco, Suruape y Jaspe llegaron visitantes, pero apenas la mitad o menos de los que llegaron durante los días santos de 2015.

También pudimos ver que la mayoría de los vehículos rústicos (acondicionados con parrillas de techo o camionetas pick up) se movilizaban con al menos 120 litros de gasolina por carro, cuatro pimpinas de 30 litros cada una.

Esto nos llamó la atención pues se trata de una práctica que antes fue controlada por los efectivos de los cuerpos de seguridad y orden público, ya que es considerada como riesgosa y que, sin embargo, se ha extendido. Los visitantes expresaron que saben de las deficiencias en el suministro de gasolina en esta zona fronteriza venezolana hacia el Brasil y que por eso viajan con sus reservas.

No obstante, el Operativo Semana Santa 2016 trajo a esta región dos estaciones de servicio móviles. En ambas bombas portátiles se formaron largas colas, con un promedio de espera por carro de una a tres horas. Corroboramos que los llamados "talibanes", contrabandistas de combustible que operan en Santa Elena de Uairén y el Kilómetro 88, en la capital de la Gran Sabana y en la población minera del municipio Sifones, aprovecharon la temporada y la presencia de las cisternas, así que salieron a pasear con sus familias pero sin abandonar el negocio.

Entre los comerciantes, operadores, guías y posaderos confirmamos que llegaron algunos viajeros procedentes de pueblos o ciudades cercanas como Las Claritas, Tumeremo, El Callao, Guasipati y Upata y que la mayoría de ellos viajó con todas sus provisiones, carpas, comida, carbón, agua mineral, hielo, de forma que consumieron lo mínimo a pesar de lo largo de la jornada.

Nicol Marcel, coordinadora de Proyectos de la Fundación Mujeres del Agua, nos comentó que también a la zona de El Pauji, en el municipio Gran Sabana, pero fuera del Parque Nacional Canaima, llegaron muy pocos turistas.

Marcel atribuyó lo ocurrido con el turismo a la crisis económica que afecta al país, al impacto causado por los sucesos ocurridos en Tumeremo durante las primeras semanas de febrero y temas como las fallas en el suministro de combustible y dinero en efectivo que afectan a esta zona de enorme potencial turístico.





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