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miércoles, 11 de noviembre de 2015



Tüna
Agua, uno de los bienes más importantes para nuestra sobrevivencia.

En El Paují,  muchas veces damos por cierta su presencia, el agua corre en los ríos cercanos, desborda de los manantiales y llena nuestros pozos. Pero qué pasa cuando de repente nuestras casas se quedan sin ella? Cuando no tenemos agua para beber, para lavarnos, para limpiar? Cuando la cuenca en la que vivimos se transforma en una aldea africana, donde el agua queda lejos y sobre todo donde el agua limpia no se encuentra si no en la nevera de una bodega.
Esto ha pasado aquí en El Paují por cuatro largos meses hasta que las mujeres y los habitantes del pueblo se despertaron y convocaron una reunión. No solo surgieron los problemas técnicos relacionados con la mala gestión de un acueducto si no emerge el tema fundamental de la contaminación de los ríos, de su sequedad y de la basura que los acompaña en sus cauces. Varias voces de mujeres se han levantado pidiendo más respeto hacia uno de los bienes vitales que la naturaleza, en nuestro caso, nos ha regalado, simplemente por vivir en la cabecera de varios ríos. La importancia del agua a veces se descubre solo en los momentos de sequía, mientras durante el resto del tiempo nos aprovechamos de ella y la descuidamos. Esto pasó en los ríos del Paují. Con la falta de agua los habitantes empezaron a dirigirse hacia los rabines más cercanos y no contaminados por la minería, pero dejando el rastro de su pasaje: basura, plásticos, latas. Muchos no se han preocupado de fruir del agua y del río dejándolo así como la naturaleza nos lo ha puesto y no han pensado que después pasará por allí más gente necesitada de esa misma agua.
Muchas mujeres, cansadas de la situación, han levantado la voz en esta reunión, explicando a los más irresponsables la necesidad de mantener los ríos y sus afluentes limpios y a servicio de todos y todas. Hay que empezar a responsabilizarse y a darse cuenta de que el agua no es un bien infinito pero si de vital importancia. Un accidente común, como el mal funcionamiento de un acueducto, ha despertado la mente de muchas personas. La falta de agua en las casas, la sequía de los ríos debida a la minería y al cambio climático ha evidenciado una importante emergencia: el cuidado de los ríos y de sus aguas.


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