lunes, 23 de enero de 2017

Los saqueadores de Santa Elena veían del Km 88 con un objetivo preciso: arrasar

Aquel sábado, 17D, los pasajeros de al menos uno de los dos buses no descendieron en el Terminal de Santa Elena de Uairén sino en la entrada de la localidad, sobre el encuentro de la Avenida Perimetral con Mariscal Sucre y desde allí caminaron hacia el centro de esta ciudad. Fotografía: Morelia Morillo

Por Morelia Morillo
Pasado un mes tras los saqueos del  17 de diciembre en Santa Elena de Uairén, la capital de la Gran Sabana, territorio ancestral del pueblo indígena pemón, la tierra de los tepui, de los saltos de agua, de los morichales y los ríos cristalinos, los dos autobuses que trasladaron a la mayoría de los saqueadores permanecen detenidos en esta ciudad.

Son esas dos moles coloridas  y de vidrios ahumados que se encuentran en el estacionamiento de la sede que comparten el Instituto Nacional de Transporte Terrestre (INTT), parte de las dependencias del Servicio Administrativo de Identificación Migración y Extranjería  (Saime) y que a su vez colinda con el Centro de Coordinación de la Policía del Estado Bolívar (PEB) en la última de las ciudades venezolanas hacia el sureste remoto. Sobre sus parabrisas delanteros de leen sendos carteles que indican que se están a la orden de la Fiscalía VI del Ministerio Público.

Destartalados y sin señales vigentes que los vinculen a alguna de las líneas que a diario viajan al sur, son una prueba inobjetable, pesada, siniestra de que aquellos hombres llegaron desde otro lugar distinto a este en donde hasta hace apenas cuatro o cinco años de podía vivir sin puertas y sin ventanas, nos extrañaba tanto la alarma de un carro y nos erizaba un balazo.

Según los relatos que permiten reconstruir lo sucedido aquel día, se sabe además que llegaron con un propósito claro: saquear algunos de los principales comercios de este pueblo que, aunque incrustado en el Paraíso, ha cobrado fama en los meses recientes por cosas más mundanas: las pacas de comida y de billetes, al contrabando de combustible y a la minería.

Uno de los voceros del Poder Popular local reveló que ellos, los representantes comunales, recibieron una llamada de un miembro de uno de los sindicatos que hacen vida en el Kilómetro 88, un pueblo minero caótico ubicado también sobre la Troncal 10, a 227 kilómetros de Santa Elena.

"Nos dijeron que de allá habían sacado a un grupo de gente y que esa gente subió a dos autobuses que viajaban hacia acá con pocos pasajeros (…) Los pasajeros a los que entrevistamos, la gente de aquí, nos dijo que venían asustados porque algunos de esos hombres estaban armados (…) Los consejos comunales y las cooperativas de moto taxis nos movimos hasta La Guillotina, pero nos dijeron que ya había pasado uno de los buses".

En el sur del estado Bolívar se hacen llamar sindicatos las organizaciones que imponen el orden a punta de terror en los yacimientos ilegales de oro y diamante, a cambio de un porcentaje.
La Guillotina es el último de los seis puntos de control distribuidos entre el 88 y Santa Elena y está a cargo de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

Aquel sábado, 17D, los pasajeros de al menos uno de los dos buses no descendieron en el Terminal de Santa Elena de Uairén sino en la entrada de la localidad, sobre el encuentro de la Avenida Perimetral con Mariscal Sucre y desde allí caminaron hacia el centro de esta ciudad.

"Primero llegaron aquí, pero el policía que estaba afuera logró controlar la situación y ellos siguieron", comentó un empleado del bodegón las Tres Vírgenes.

Al ser repelidos de las Tres Vírgenes, quienes minutos antes habían descendido del autobús, continuaron caminando por la Avenida Mariscal Sucre y cruzaron en la calle Roscio, media cuadra antes de llegar al Destacamento de Fronteras 623 de la GNB.

Se proponían entrar al Comercial Calle Roscio, pero fueron rechazados por el grupo del Poder Popular, de la GNB y del Ejército que los esperaba.

Sobre el mediodía,  docenas de personas, la mayoría de ellos desconocidos, pero también algunos habitantes de esta localidad de alrededor de 30 mil personas en donde muchos se conocen al menos de vista, cargaban con la carne, el pescado, el pollo y el dinero en el abasto Yor Bellorín.

Poco después, en la calle Urdaneta, otros arremetían contra los portones y exhibiciones de La Chiquitina y la Wrangler y desmantelaban Paraíso Intimo. Las tres tiendas de vestir.

"Definitivamente fue un atraco colectivo de las tiendas de ropa de Santa Elena de Uairén (…) La mayoría era gente de San Félix", definió Lisa Henrito, líder de la Comisión de Seguridad Indígena que acompaña a la PEB en sus funciones en el municipio Gran Sabana, si bien agregó que había personas del pueblo instigando a saquear algunos locales.





lunes, 16 de enero de 2017

Cae dramáticamente la cantidad de visitantes a la Gran Sabana durante el mes de enero

La Gran Sabana es una región de enorme importancia ambiental y cultural en donde la caída del turismo como actividad económica frecuentemente es empleada como una buena razón para justificar la minería del oro y diamante. Fotografía: Archivo Morelia Morillo

Por Morelia Morillo
Tradicionalmente, las dos primeras semanas de enero han sido excelentes para los operadores, posaderos, artesanos y otros prestadores de servicios turísticos que hacen su trabajo en la Gran Sabana, en el Sector Oriental del Parque Nacional Canaima. Sin embargo, este comienzo de año fue flojo. Más allá de las expresiones, surgen las cifras, incuestionables: el paraíso de los tepui, los ríos ocre cristal, los morichales y las sabanas infinitos recibió al comienzo de 2017 menos de la mitad de los visitantes que albergó en 2013, un año del cual se tiene una referencia puntual.
Entonces, para el cuatro de enero, a las 6:00 de la mañana, Protección Civil (PC) Bolívar, contabilizaba el ingreso de 5 575 vehículos, exactamente 23 549 personas, según una nota publicada por el diario de circulación regional Nueva Prensa de Guayana.
José García, como director de Protección Civil (PC) Bolívar, indicó para ese momento que estas cifras correspondían al conteo que llevaba el equipo a su cargo en el punto de control de Luepa.  Él refirió que el promedio de visitantes para los años 2011 y 2012 oscilaba en torno a los 15 500.
Este año, 2017, según una nota publicada por el portal TierradeGracia.net, tomando como fuente al Instituto Nacional de Parques (Inparques) se contó a más de 13 mil 230 excursionistas, así como también el ingreso de 4 mil 410 vehículos, durante el asueto.
Preocupación
Nicol Marcel, coordinadora proyectos de la Fundación Mujeres del Agua quien además es productora apícola en la zona de El Paují, se mostró preocupada por esta situación y por sus consecuencias sobre la economía de la zona, una región de enorme importancia ambiental y cultural en donde la caída del turismo como actividad económica frecuentemente es empleada como una buena razón para justificar la minería del oro y diamante.
A su modo de ver, los factores que determinaron está caída estrepitosa del turismo fueron la situación económica de la familia venezolana, los saqueos que sufrieron Ciudad Bolívar y los principales pueblos del sur dl estado en diciembre pasado, dejando un enorme temor en los viajeros, las fallas en la fluidez del dinero en efectivo asociadas a la introducción del nuevo cono monetario y las dificultades para el suministro de combustible, a pesar de la colocación de las estaciones portátiles en tres puntos de la Gran Sabana. En esta frontera la gasolina es contrabandeada hacia las minas y hacia el lado brasilero.
Además relató que los pocos turistas que llegaron a El Paují, a 80 kilómetros de la capital municipal, Santa Elena de Uairén, cuestionaron  el impacto causado por la minería tanto en la calidad de las aguas como en la condición de las sabanas. "Llegan impresionados por el deterioro".
 También cayó el turismo brasilero
Pero no sólo vino menos turismo nacional, también disminuyó el turismo brasilero. Principalmente por el cierre de la frontera venezolana entre los días 13 de diciembre y seis de enero.
Juan Luis Mora, presidente de la Cámara de Turismo de Gran Sabana, precisó que, hace un año, se contabilizó (durante este período) a 1000 vehículos brasileros, alrededor de 4000 personas, este año logaron entrar no más de 10% de esa cifra, según un trabajo periodístico de ElPitazo.com.
Puntualmente, el Vice Consulado de Brasil, ubicado en Santa Elena de Uairén, registró que -para el momento del cierre- 100 ciudadanos brasileros se encontraban en territorio venezolano, la mayoría de ellos en Margarita otros en Roraima tepui.
Para los habitantes de Manaus y Boa Vista, capitales de los estados brasileros fronterizos con Venezuela, Amazonas y Roraima, este período suele ser la ocasión ideal para ir hacia el Caribe, hacia Margarita, por ser un destino que les resulta más cercano que su destino nacional más accesible (Fortaleza), porque el cambio de reales a bolívares los beneficia enormemente (se ubica sobre los Bs. 800 por un real)  y porque en la isla encuentran excelente atención
"Esto ha sido una catástrofe", sintetizó  Juan Luis Mora, presidente de la Cámara de Turismo de Gran Sabana, a propósito del bloqueo de la vía que comunica Venezuela y Brasil, una medida asociada a la salida de circulación del billete de Bs. 100 venezolano.